¿Cómo suplicar a Dios?

Si queremos orar, debemos tener algún punto en qué concentrarnos. Si nos dirigimos a Dios, debemos volver nuestros corazones a cierto centro. Si el hombre adora a Dios de otra manera que no sea a través de Su Manifestación, primero debe formar un concepto de Dios y ese concepto es creado por su propia mente. Como lo finito no puede comprender lo Infinito, entonces Dios puede ser comprendido de esta manera.

Aquello que el hombre concibe en su propia mente, es lo que puede comprender. Sin embargo, eso que puede comprender no es Dios. El concepto que el hombre tiene de Dios no es sino una quimera, una imagen, una imaginación, una ilusión.

‘Abdu’l-Bahá, “Star of the West”, Vol. VIII, p. 47

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