La prohibición contra la representación de la Manifestación de Dios en pinturas y dibujos o en presentaciones dramáticas, se aplica a todas las Manifestaciones de Dios. Hay, por supuesto, grandes y maravillosas obras de arte de Dispensaciones pasadas, muchas de las cuales representaban a las manifestaciones de Dios en un espíritu de reverencia y amor. En esta Dispensación, sin embargo, la mayor madurez de la humanidad y la mayor conciencia de la relación entre la Manifestación Suprema y sus siervos, nos permiten darnos cuenta de la imposibilidad de representar, en cualquier forma humana, ya sea gráficamente, en esculturas o en una representación dramática, la persona de una Manifestación de Dios. Al exponer la prohibición bahá'í en este sentido, el amado Guardián señaló esta imposibilidad.

En nombre de la Casa Universal de Justicia, 09 de marzo 1977:Lights of Guidance, p. 99 (traducción de cortesía)