Pero he aquí la verdadera solución. Los ricos deben ser misericordiosos para con los pobres, pero en forma voluntaria, y no por la fuerza. Si fuera con la fuerza, sería inútil. Debe ser conforme a la ley y no por la violencia, de forma que, a través de una ley general, cada uno debería conocer sus obligaciones.... Si el pobre da una décima parte de sus ingresos y el rico lo mismo, sería injusto. Así, de esta manera debe crearse una ley para que la persona pobre que sólo tiene diez kilos, y los necesita todos para su alimento necesario, quede exenta de pagar impuestos. Pero si la persona rica, que tiene diez mil kilos, paga una décima o dos décimas de impuestos sobre sus productos, esto no le representa ninguna dificultad.

‘Abdu’l-Bahá, "Star of the West", Vol. 7, No. 9, Bahá’í Scriptures, p. 341 (traducción de cortesía)