De Corazóna Corazón
Figuras CentralesBahá'is
El siglo que ahora repasamos admite desglosarse en cuatro periodos diferenciados, de duración desigual, y cada uno con una importancia específica y de un significado inmenso e inconmensurable. Los cuatro periodos aparecen estrechamente relacionados entre sí y constituyen capítulos sucesivos de un solo drama, indivisible, estupendo y sublime, cuyo misterio ninguna inteligencia puede captar, cuyo clima y apoteosis ningún ojo puede percibir ni siquiera fugazmente, cuya conclusión ninguna mente puede presagiar como correspondería….
El primer periodo (1844-1853) gira en torno a la persona gentil, juvenil e irresistible del Báb, impar en Su mansedumbre, imperturbable en Su serenidad, magnético en Su expresión, sin igual por los episodios dramáticos de Su ministerio vertiginoso y trágico….
El segundo periodo (1853-1892) deriva su inspiración de la figura augusta de Bahá'u'lláh, de santidad preeminente, abrumador por la majestad de Su fuerza y poder, inaccesible por el brillo trascendente de Su gloria….
El tercer periodo (1892-1921) gira en torno a la vibrante personalidad de ‘Abdu’l-Bahá, de esencia misteriosa, único por Su condición, aturdidoramente potente tanto por el encanto como….
El cuarto periodo (1921-1944) tiene su motivación en las fuerzas que irradia el Testamento de ‘Abdu’l-Bahá, esa Carta del Nuevo Orden Mundial de Bahá'u'lláh, el vástago engendrado por el emparejamiento místico entre Él, Quien es la Fuente de la Ley de Dios y la mente de Aquel que es el vehículo e intérprete de dicha Ley.
Shoghi Effendi, Dios Pasa, p. 26
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