¿De que manera trae un nuevo Mensajero la primavera espiritual?
otoño
primavera
palara
de Dios
esencia
divina
incognoscible
verano
invierno
En este mundo material el tiempo conoce ciclos; los lugares mudan de aspecto con la alternancia de las estaciones; y las almas son capaces de educarse, hacer progresos, y también de retroceder […].
Sucede lo mismo con los ciclos espirituales de los Profetas. Es decir, el día de la aparición de las Santas Manifestaciones es la primavera espiritual, es el esplendor divino, es la munificencia celestial, es la brisa vivificadora, y es el surgimiento del Sol de la Realidad […].
La vivificante primavera termina en el fructífero verano. La palabra de Dios es exaltada, la ley de Dios es promulgada; todas las cosas alcanzan la perfección […].
Cuando llega al meridiano, comenzará a declinar y descender. Al verano espiritual seguirá el otoño, estación en la que el crecimiento se detiene […]. Sólo el nombre de la Religión de Dios y las formas exteriores de las enseñanzas divinas subsisten. Los fundamentos de la Religión de Dios se destruyen, no quedando en pie más que formas y costumbres […].
Cuando la estación del invierno ha producido su efecto, nuevamente retorna la primavera espiritual, y un nuevo ciclo aparece […]. Los ciclos espirituales del Sol de la Realidad son como los ciclos del sol físico: se suceden y renuevan constantemente.
‘Abdu’l-Bahá, Contestación a Unas Preguntas
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de hacerse Bahá'i
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