Una descripción de ‘Abdu’l-Bahá
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Son pocas las veces que he visto a un hombre cuyo aspecto me haya impresionado más. Alto, de fuerte complexión, erguido como una flecha, tocado por un turbante y vestidura blancos, sus negros y largos mechones le llegaban casi al hombro, su frente amplia y varonil, señal de un fuerte intelecto combinado con una voluntad inquebrantable, ojos tan agudos como los del halcón, de rasgos fuertes pero agradables – tal fue mi primera impresión de `Abbas Effendi, “el Maestro” como lo llaman por excelencia[…]. En mi opinión sería difícil encontrar a alguien más elocuente, de argumento más convincente, con mayor capacidad de dilucidar y más íntimamente conocedor de los libros sagrados de los judíos, cristianos, mahometanos, incluso entre los miembros de la elocuente, preparada y sutil raza a la que pertenece. Estas cualidades, combinadas con un porte al mismo tiempo majestuoso y genial, hizo que dejara de maravillarme por la influencia y estima de las que él goza incluso más allá del círculo de los seguidores de Su Padre. Nadie que lo haya conocido podría dudar de la grandeza y poder de este hombre.
Reflexiones del profesor Edward G. Browne, estudioso especialista de Cambridge que conoció a
‘Abdu’l-Bahá por primera vez en 1890 y luego durante su visita a Inglaterra.
Edward G. Browne, A Traveller'sNarrative(traducción de cortesía)
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de hacerse Bahá'i
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