… a través de la irresistible Palabra de Dios, que es la Causa de la creación entera, mientras que todos los demás excepto su Palabra no son sino criaturas y efectos de la misma […] Sabe que, por otra parte, la Palabra de Dios -exaltada sea su gloria- es más elevada y muy superior a lo que los sentidos pueden percibir […] Se hizo manifiesta sin ninguna sílaba ni sonido y no es sino el Mandamiento de Dios que impregna todas las cosas creadas […] Es la gracia de Dios que todo lo penetra, de la cual emana toda gracia. Es una entidad muy apartada de todo lo que es y de todo lo que será […] Verdaderamente, la Palabra de Dios es la Causa que ha precedido al mundo contingente, un mundo que está adornado con los esplendores del Antiguo de los Días y, sin embargo, se renueva y se regenera a cada instante.

Bahá'u'lláh, Tablas de Bahá'u'lláh, p. 91

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