¡Cuán elevada es la posición que puede alcanzar el hombre si optara por cumplir con su alto destino! ¡A qué profundidades de degradación puede hundirse, profundidades a las que ni la más vil de las criaturas jamás ha llegado!

Bahá'u'lláh, Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 86

El yo tiene en realidad dos sentidos, […] en los escritos bahá'ís, uno de los significados es uno mismo, la identidad de la persona creada por Dios. Este es el yo mencionado en pasajes tales como ‘ha conocido a Dios, quien ha conocido a sí mismo’, etc. El otro yo es el ego, la herencia oscura, el lado animal que tiene cada uno, la naturaleza inferior que puede convertirse en un monstruo de egoísmo, brutalidad, lujuria y así sucesivamente. Es ese yo contra el cual tenemos que luchar, o sea, esa parte de nuestra naturaleza, con el fin de fortalecer y liberar el espíritu dentro de nosotros y ayudarlo a alcanzar la perfección.

En nombre de Shoghi Effendi, 10 de diciembre de 1947, Recopilaciones, Lights of Guidance, p. 113 (traducción de cortesía)