Pero en cuanto a la cuestión de la Trinidad, […] en cada uno de los ciclos cuando las luces han brillado sobre los horizontes […] necesariamente hay tres componentes: El Dador de la Gracia, la gracia, y el Destinatario de la gracia; ... El Iluminador, la iluminación, y el Iluminado. […] Considera el sol y sus rayos y el calor que resulta de sus rayos, los rayos y el calor son sólo dos efectos del sol, no obstante inseparables de él; sin embargo, el sol es uno en su esencia, único en su verdadera identidad, único en sus atributos, ni es posible que nada se le parezca.

‘Abdu’l-Bahá, Tablets of ‘Abdu’l-Bahá,

tomo 1, p. 117 (traducción de cortesía)